Viernes, sólo dos días más útiles en Manhattan, ya que el domingo teníamos que salir del hostal a las 6:00am para cruzar todo New York nuevamente...claro que ahora el metro era pan comido. Este día lo didicamos para descansar más tiempo en la mañana, tanto que salimos del hostal a las 11:30am, pero nos sirvió para recuperar fuerzas. Así que tomamos el metro con destino a la calle 42, mejor conocida como Times Square, para hacer compras y visitar un típico de las ciudades famosas de Estados Unidos: Ripley's Believe it or not!
Antes de proceder al museo, nos tamos un tiempo para desayunar los ya tradicionales Kebabs, que no se comparaban con los de la noche anterior que comimos en un restaruante turco, cerca del hostal. Ya con el estómago lleno, entramos al exageradamente caro museo del señor Ripley. Nada nuevo, exactamente lo que hay en el de L.A. o Florida, hay en éste. El precio no lo vale si ya se ha entrado a uno de estos museos, porque repito, todos son idénticos. Lo que atrae es la fachada, ya que como todo en Times Square es luz y glamour, el Ripley´s no se queda atrás.
De ahí nos dirijimos hacia la quinta avenida para empezar las compras en serio. Hay miles de tiendas, miles de marcas, y sí, millares de gente. Las marcas van desde las más desconocidas y baratas como H&M, hasta Prada, Versace, y todos esos diseñadores famosos. Algo muy curioso y obviamente natural, es el hecho de que la gente casi se arrebata las cosas en las tiendas baratas, mientras que en las de marca de prestigio apenas si se pueden ver tres personas comprando. De pronto, a contraesquina de GAP, una de las mejores tiendas que he visitado: Abercrombie & Fitch. Tapizada con madera en las ventanas y con modelos reales de catálogo en la entrada, esta tienda ofrece una atmósfera que no invita a comprar...te obliga a comprar! Es una tienda fresca, que huele bien ya que rocían colonia A&F en toda la tienda, una combinación perfecta de luces que crea una atmósfera oscura en la tienda con contrastes en la ropa iluminada, mujeres hermosas que te ayudan a buscar la talla que buscas, cinco pisos llenos de ropa con modelos reales luciéndola. Como es de esperar, esta tienda está llena de gente que sin importar el precio va a comprar.
Disfrutamos de una comida en una cadena de restaurantes italianos muy famosa, llamada "Mama Sbarro." A lo largo de Manhattan se pueden ver muchos de estos restaurantes, y como dato curioso, 200 Starbucks. Decidimos ir a Brooklyn a un mall que nos fue recomendado, así es que emprendimos camino a través del puente de Brooklyn en metro. Brooklyn es el segundo mejor suburbio de New York, y la diferencia con Manhattan es muy notable. No es tan peligroso como Queens, pero si se ve algo descuidado, es más sucio y menos glamouroso. Salimos con las manos vacías del Street mall de Brooklyn, ya que las tiendas no son muy atractivas y preferíamos mejor gastarlo todo en Manhattan. Así es que casi oscureciendo, nos dirijimos hacia Manhattan, hasta el hostal para cenar algo, descansar y regresar a la vida nocturna de Manhattan, a un bar o un antro.
El día en general fueron puras compras, y no vale lapena detallar tanto en eso. Sinceramente, hicimos lo básico que un turista debe hacer en Manhattan en tres días.
Fin del quinto día
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